¡Atención, spoilers de la primera temporada de Suburgatory!
La serie se centra en la vida de Tessa Altman, una adolescente de 15 años, y de su padre George, un arquitecto. Una vida que cambia cuando George encuentra una caja de condones en un cajón de la mesita de noche de Tessa. Para remediar la situación, el padre decide que se muden de Manhattan a a Chatswin, en los suburbios. Paradójicamente, una caja llena de plástico la lleva a un pueblo lleno de plástico. Porque en Chatswin, la belleza está en el exterior. Allí nuestra protagonista se siente desplazada, pero poco a poco verá como empieza a encajar allí, para su desgracia, entre mil y una aventuras de lo más variopintas. Esto con la ayuda de sus nuevos amigos Lisa y Malik, quienes además acaban saliendo juntos. Por otro lado, George ya conocía a alguien de aqui, su hiper-bronceado amigo y dentista Noah. Aún así, en su empeño por introducirse en la vida social del lugar, él conoce a Dallas Royce, la hija de la cuál es Dalia, la archi-enemiga de Tessa. Dallas y George empiezan a conocerse e incluso Dallas se divorcia de su marido, quien nunca está en casa. La tensión entre ellos dos es evidente, pero más por parte de ella, ya que George acaba saliendo con Eden, una vegetariana que además es el vientre de alquiler de Noah y Jill. Y el director del instituto es gay. Y Lisa cree que es adoptada porque tiene un hermano imbécil. Y Yakult, el perro de Dallas y Dalia, es una monada. Y muchos líos más.
Parece que sea una serie divertida y muy loca. Y no lo niego, pero lo fue al principio. Una parte de la serie me recuerda a Awkward por su humor inteligente alrededor de una chica independiente en el instituto, lo que me hizo acercarme calurosamente a ella. Pero al descubrir a Dallas me enamoré. Porque ella es superficial, rica, pija y lo que quieras, pero tiene un buen corazón. Lo demuestra con Tessa y sobretodo con George.
De todos modos lo que más me cautivó es la acidez que destilaba contra la sociedad materialista. Aquella que sólo se fija en el exterior y contra la que construía una mordaz crítica en sus inicios. Para desgracia de mí, la crítica derivó en una inaguantable moralina que recibían los personajes al final de cada capítulo y dejó la otra parte del episodio vacía y con poca gracia. Así convirtió la serie en una sosa dramedia que empezaba a mostrar más tramas que abarcaban arcos argumentales de varios episodios. Un ejemplo de ello es la trama de Eden que afecta a George, Tessa, Dallas, Noah y Jill o la presunta adopción de Lisa.
¿Y ahora qué?
Al final de la Season Finale, el flojo cliffhanger que nos dejan es el próximo reencuentro de Tessa y su madre, que tendremos que ver cómo afecta a George. Dallas y Dalia parece que están más unidas que antes y Lisa finalmente descubre que Ryan es quien fue adoptado, no ella. La próxima temporada espero que mejore, porque sino yo me bajo del carro.
NOTA:
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