lunes, 8 de abril de 2013

Twin Peaks, el maravilloso pueblo de la locura


Ocho de abril de 1990. La ABC emite el episodio piloto, de dos horas, de Twin Peaks. Así empezó el mito. David Lynch y su escudero televisivo Mark Frost revolucionaron el panorama televisivo con un novedoso y extraño drama sobre el asesinato de una joven llamada Laura Palmer. Todo eso fue hace 23 años, pero el legado que dejó esta serie continúa y nuevos Peakies, como yo este año, van descubriendo esta joya de la pequeña pantalla. Este homenaje espero que sirva para que muchos otros se acerquen a este pueblo y lo visiten, porque no se van a arrepentir.

La serie empieza con la misteriosa muerte de Laura Palmer, descubierta en un lago dentro de un pueblo llamado Twin Peaks, por las dos montañas gemelas características. Ante tal suceso y con la posibilidad que esté enlazado con otros asesinatos, el Agente del FBI Dale Cooper llega al pueblo para colaborar con el Sheriff y la policía local. Pero esta es solo la excusa para dar a conocer este peculiar pueblo y los misterios que hay escondidos en él.


En general, Twin Peaks es adictiva y atrapante, unen en una serie géneros tales como el drama adolescente, el culebrón, el thriller psicológico, el drama sobrenatural, el misterio y la comedia surrealista de manera excelente para conseguir una mezcla explosiva que forma este producto muy satisfactorio. La serie tiene un ritmo lento, pero como se ve en muchas otras ficciones, lento no es igual que aburrido, porque constantemente pasan cosas y recoges pistas para tu investigación mental del caso de Laura Palmer (y para intentar dar explicación lógica a ciertas cosas).

Argumentalmente, la serie empieza con el misterio de la muerte de Laura Palmer, pero a ésta se le suman alguna que otra trama policíaca y varias subtramas personales sobre los diferentes habitantes del pueblo que tienen cierta relación con el caso. La única pega que le puedo encontrar es que la identidad del asesino se revela relativamente pronto por exigencias de la cadena, marcando un antes y un después en la serie que resulta ser bastante importante. Las tramas que siguen a ésta resultan de lo más aburridas y poco estimulantes en comparación con la montaña rusa de sensaciones e intriga que acompañaba el primer tramo de la ficción. Aunque toda la culpa no es de la cadena, porque justo en ese momento, Lynch abandonó la serie para centrarse en Corazón Salvaje.


Finalmente, consiguieron que volviera a engancharme al recuperar las tramas más bizarras de manera más que efectiva, dejando un gran sabor de boca con el maravilloso Beyond Life and Death, episodio en que volvió Lynch y que cierra la serie de una manera tan espectacular como sorprendente. Lo mejor fue que ese episodio no salió de mi mente hasta pasados unos días, lo que eleva la serie a otro nivel más allá del simple visionado.

Pero es sensorialmente donde la serie te acaba de atrapar para no soltarte. Los planos fijos, los efectos de cámara tan peculiares y la atmosfera oscura en los capítulos dirigidos por Lynch marca la diferencia respecto a la dirección de otros episodios, y aunque al final insistieran en copiar su estilo, no hay ninguno como el original. Por su parte, la banda sonora de Badalamenti es sencilla y tiene pocas piezas, pero las justas y necesarias para las diferentes escenas de la serie, complementando a la perfección la ambientación y las acciones de los personajes.

Si no sabéis qué es... ¡TENÉIS QUE VER TWIN PEAKS!
Uno de los mejores aciertos de Twin Peaks es la gran mitología que se desarrolló detrás de ella, de forma novedosa, y que fue el punto de partida para otras series que más tarde crearían también un extenso universo alrededor de ellas, como The X-Files, Lost o Fringe, por poner unos ejemplos. Toda esta mitología fue muy acertada en su momento como promotor del fenómeno fan obsesivo respecto la serie. Si Twitter hubiese existido cuando se emitía Twin Peaks, te aseguro que se colapsaría de tweets sobre la serie antes, durante y después de cada episodio.

De la serie derivó una película, hecha como plan de una trilogía para expandir el universo pero con una simbología de saldar una deuda con los fans. La película Twin Peaks: Fire Walk with Me complementa lo contado en televisión y le da un toque mucho más oscuro y tenebroso al ya terrorífico universo de Laura Palmer y Twin Peaks, mostrando imágenes mucho más explícitas, algo que está limitado en las networks en Estados Unidos.


En resumen, Twin Peaks es una serie que merece mucho la pena por lo que supuso para la industria de la ficción televisiva y por lo disfrutable que es. Su antiguedad puede echar para atrás, pero es una serie atemporal, que soporta muy bien el paso del tiempo y te cautiva de la misma manera que lo hacía antaño y  que lo podrá hacer dentro de 23 años más. Además, el nombre que hay detrás, David Lynch, siempre es un sinónimo de que no va a dejar indiferente. Así que recomiendo esta serie encarecidamente, por todo lo que ha sido y todo lo que aún es: una obra maestra.

PD: Os invito a todos a una "damn good cup of black hot coffee" acompañados de la Dama del Leño en el RR Diner. No faltéis.

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2 comentarios:

  1. Nacimos el mismo día ^^' 8 de Abril de 1990. Hay una conexión espiritual xD

    En fin... ya está, fin de la anécdota inútil xD

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